Los relojes son piezas de precisión con diversas funcionalidades. Cuidar de ellos puede garantizar tenerlos a nuestro lado durante muchos años. Es sumamente importante que siempre los tengamos en el mejor estado. Hoy queremos hablaros de los cuidados que debemos darle para asegurarnos que no se estropee y mantenga sus propiedades originales. Para ello, antes de todo diferenciaremos entre relojes automáticos y relojes de cuarzo, los dos tipos de movimiento principales que existen en relojería:
• Relojes automáticos: es un reloj mecánico que se acciona por una liberación de energía regulada desde un dispositivo de cuerda; se da cuerda a sí mismo con el movimiento del brazo.
• Relojes de cuarzo: en los relojes de cuarzo hay una pieza de cuarzo que vibra a una frecuencia muy elevada que genera los impulsos adecuados para medir el tiempo. La energía que proporciona la pila es regulada y transmitida a las agujas.
Los cuidados para ambos tipos de reloj son muy parecidos, aunque existen algunas diferencias. Os dejamos con 7 consejos para cuidar vuestro reloj que en Zapata Joyeros siempre efectuamos:
1. Revisiones. El aceite es el elemento fundamental para que no se desgasten las piezas del reloj. Con el tiempo, el aceite se reseca, perdiendo su función y dañando el mecanismo del reloj. Por esto se recomienda hacer revisiones periódicas del reloj, concretamente cada 4 o 5 años en el caso de los relojes automáticos. Para los de cuarzo las revisiones se pueden hacer en un espacio de tiempo más amplio, ya que en este caso las piezas no se desgastan, aunque los aceites lubricantes del mecanismo sí que se resecan igualmente.
2. Cambio de pila. Para evitar que el reloj de cuarzo se detenga repentinamente, se recomienda cambiar la pila cada dos años, aunque no se haya agotado. Si se deja una pila durante demasiado tiempo dentro del reloj, puede sulfatarse y perder el ácido de la batería dañando gravemente el movimiento.
3. Utilizar el reloj según sus pautas de estanqueidad. Todos los relojes llevan grabado en la parte trasera de la caja su nivel de impermeabilidad (indicado en barómetros o metros). Debes asegurarte que la corona está bien presionada o enroscada contra la caja para evitar daños en el agua, sobre todo después de ajustar la hora o las funciones. Si accidentalmente entra agua dentro de la corona, abre la caja y acude a nuestro servicio técnico lo antes posible. Además, las juntas del reloj se pueden deteriorar por causas externas, como cambios extremos de temperatura, agua salada o sudor, cosa que puede reducir la duración de estanqueidad. Por esto es conveniente acudir periódicamente al servicio técnico, al menos cada dos años, para comprobar el nivel de estanqueidad y mantener las propiedades herméticas originales.
4. Evitar campos magnéticos. No exponer al reloj a fuertes campos magnéticos ya que la precisión puede verse afectada. No son perjudiciales los campos magnéticos emitidos por los electrodomésticos, la televisión o los equipos de música.
5. Precaución con productos externos. Los productos químicos, disolventes y gases pueden perjudicar el reloj. Por ejemplo el contacto con pegamento, disolventes o colorantes puede dañar la caja del reloj, el cierre, la pulsera u otros componentes. También hay que tener especial cuidado con las correas de cuero, ya que no se pueden mojar.
6. Cambio de hora y fecha. En el caso de los relojes automáticos, no hay que ajustar la fecha manualmente mientras el mecanismo automático de cambio de fecha esté en marcha, ya que puede ocasionar daños al mecanismo del reloj. Si vamos a cambiar la fecha, nunca realizar este cambio entre las 9 pm y las 3 am ya que es el momento que todos los relojes utilizan para empezar o concluir el cambio de fecha. Por otro lado, nunca hay que girar las agujas del reloj en sentido contrario.
7. Colocación y uso del reloj. El reloj debe estar ajustado lo más posible a la muñeca y hay que quitárselo a la hora de dormir para evitar golpes.